Este control se realiza en las primeras fases del proceso de producción (entre el 0 y el 20%). El objetivo de la comprobación es inspeccionar los parámetros del proceso y verificar que el producto final cumplirá los requisitos de calidad deseados.

Somos humanos y, naturalmente, los humanos cometemos errores, al igual que las fábricas en China. Aproximadamente la mitad de las fábricas de China tienen problemas de producción. Si no se realiza un control de calidad estricto, las fábricas fabricarán según su estándar. Por eso, determinar los fallos antes es un proceso que ahorra tiempo y costes, si se descubren los problemas cuando todos los productos están acabados, se perderá mucho tiempo y dinero en revisiones. En nuestra experiencia, hicimos un control de calidad cuando la producción acababa de empezar y descubrimos que el color que utilizaba la fábrica era totalmente diferente del que quería el cliente. Es un fallo grave. Tras el control, la fábrica revisó el color inmediatamente. Si realizáramos un control de calidad cuando los productos están casi terminados, esto podría ser un problema importante y el envío se retrasaría debido a la revisión de los problemas encontrados en el control de calidad.

Por lo tanto, se recomienda encarecidamente realizar un control de calidad en la fase inicial del proceso de producción. Este control de calidad es necesario en China sobre todo para evitar malentendidos y fallos en el proceso de producción posterior.