A los 20 años, Horst Erbel se incorporó a la empresa de su padre. Hoy, 65 años después, dirige
junto con su sobrino. Con pasión, compromiso y previsión, también ha superado los tiempos difíciles.

Definitivamente, hay muy pocos empresarios como Horst Theodor Erbel en el mundo. Después de todo, ¿quién puede decir que ha permanecido fiel a una misma empresa durante 65 años? Nacido el 2 de septiembre de 1936, se incorporó a la empresa de su padre Peter Erbel -Pero KG, cuyas siglas significan Peter Erbel Reinigungsanlagen und Oberflächentechnik (sistemas de limpieza y tecnología de superficies) - fundada pocos años antes, en 1956, como ingeniero mecánico apenas 20 años menor que él. Su amor por la tecnología de alta calidad no se lo ocultó ni a su padre ni a sus colegas durante mucho tiempo.
Desde el principio, trabajó con gran entusiasmo para que los buenos sistemas de limpieza Pero fueran aún mejores. Así se ganó la reputación de perfeccionista que sabe exactamente lo que necesitan "sus" clientes.

El negocio evolucionó positivamente y en 1958 la empresa pudo alquilar su primera planta de producción, una antigua carbonería, en Augsburgo (Alemania)
. Mientras tanto, Horst Erbel recibió más responsabilidades. En otras palabras, sólo ocho años después de entrar en el negocio familiar, su padre le transfirió la dirección de la empresa en 1964
y con ello la responsabilidad general de todos los empleados de la familia Pero, como a Horst Erbel le gusta llamar a su empresa todavía hoy.
El crecimiento continuó, por lo que Pero necesitaba más espacio, que Horst Erbel encontró con sus hermanos en Königsbrunn, cerca de Augsburgo, en 1968. Ésta sigue siendo hoy la sede de la empresa, donde 140 empleados desarrollan y producen. En 1992, Horst Erbel compró Gothaer Maschinenfabrik, que se fusionó con Pero AG en 1997 y que actualmente da empleo a otras 65 personas.

El jubilado ha demostrado a menudo pasión y compromiso, pero también previsión. Experimentó varias recesiones y siempre consiguió que Pero saliera fortalecida de ellas. Todavía hoy utiliza esta experiencia, junto con su sobrino Gerd
Erbel, para dirigir activamente la empresa. Sus empleados, es decir, la familia Pero, siempre han estado cerca de su corazón y juntos
han podido celebrar numerosos éxitos e impulsar constantemente el crecimiento de la empresa. Así que: Enhorabuena, todo muy bien hecho